lunes, 7 de diciembre de 2009

CON SUCIEDAD DELANTE DE DIOS?


No se porque cuesta tanto esto de la santidad, pero desde hace poco tiempo aprendí algo que me reconfortó muchísimo.

en mi mente siempre ha habido un debate extraño, será que Dios está buscando gente santa o es más bien que Dios santifica a los que llama? hablando con el pastor (mi papi), me decía que es un poco de las dos cosas, porque tanto esta Dios buscando que sus hijos vivan en santidad como también esta buscando cada día a gente que vive entre la suciedad del mundo, para santificarla y ponerla como piedra preciosa. ya lo decía Pablo "lo vil y despreciado del mundo ha escogido Dios; lo que no es, para anular lo que es";

No se que pasará con el resto de la gente pero a mi me resulta increiblemente dificil no meter la pata, no fallar, y muchas veces me siento como el mas pecador de todos, como el mas sucio, y muchas veces desisto de trabajo en la igle, o de ayudar a alguien porque mi pensamiento es " es que como me voy a poner a dar consejos si estoy tan necesitado yo, o como voy a servir si mi culpa me tiene muerto". Aprendí por dicha, que en realidad Dios en su infinita gracia vuelve su mirada hacia mi, y me invita a su mesa a pesar de que me siente con las manos sucias, ojo que no estoy diciendo que podemos pecar y que Dios acepta nuestro pecado, pero aun con nuestras vidas llenas de suciedad, el nos invita a su presencia, eso si, no puedo levantarme de la mesa del rey sin antes arreglar mi condición con Él. yo puedo entrar pero en el momento que entre debo ponerme a cuentas, no importa cuan sucio me pueda sentir, no importa cuan bajo halla caido. Cristo abre las puertas de su casa para que yo me postre ante Él y le diga que necesito ser limpiado.

he llegado a una conclusión, Dios no me cierra las puertas aunque yo esté pecando, pero si me siento en su mesa, tengo que saber que es para resolver mi situación con Él. no me aparta, soy yo el que me alejo, no me señala, más bien me mira con ojos de amor, no me juzga pero me invita a que no peque mas, no me abandona sino que dia con día llega hasta la puerta de mi corazón y empieza a llamar. Aprendí entonces que, aunque puede que Dios me reciba con amor a pesar de mi inmundicia, despues de su abrazo, me llama a limpiar mi vida. Ahora creo firmemente, que su gracia me sostiene, su amor me fortalece y que es simplemente por su misericordia que no he sido consumido aunque es mucha mi maldad.

Dios bendiga y fortalezca a los que alguna vez se han sentido así como yo.

1 comentario:

Pablo Vargas dijo...

Man que rajado, la Gracia es lo que nos mantiene en su mesa, no hay forma de explicarlo o entenderlo (yo no he podido lograrlo en todos estos años) pero su amor para nosotros es demasiado grande...

Me gusto mucho la frase que mencionaste en el ultimo parrafo, si nos sentamos, es para ponernos a cuentas, un abrazo!